¿CÓMO AFECTA EL VERANO A NUESTRA SALUD BUCODENTAL?

Cuando el buen tiempo acompaña permanecemos más tiempo fuera de casa, planificamos comidas con amigos y familiares, ingerimos alimentos más azucarados y fríos, practicamos deportes al aire libre, en ocasiones de riesgo, y nos escapamos en cuanto podemos a explorar mundo, por eso debemos de tener en cuenta una seria de recomendaciones para llegar al final del verano con nuestros dientes en buenas condiciones.

Aumento de la placa bacteriana

Durante el verano puede aumentar el riesgo de acumulación de placa bacteriana, al disminuir la frecuencia del cepillado. Aunque no se tenga la posibilidad de cepillarse después de cada comida, el cepillado de la noche es algo imprescindible, así como el cepillado después del desayuno. Por esto mismo, el cepillado antes de acostarse debería realizarse de la manera más exhaustiva posible: durante 2 minutos y siempre acompañado de limpieza interdental como por ejemplo la seda dental o irrigadores para los portadores de protesis fijas a implantes.

Más halitosis

Para evitar el mal aliento, además de mantener una buena higiene oral, es muy importante una ingesta frecuente de agua que ayude a mantener el flujo de saliva y la hidratación de la mucosa oral. En esta época nuestro cuerpo demanda agua constantemente.

Hipersensibilidad dental

Con la llegada del verano aumenta considerablemente el consumo de alimentos y bebidas frías. Este cambio de hábitos puede tener repercusiones en nuestra boca. La consecuencia es la aparición de esa sensación molesta o incluso dolorosa que aparece tras la toma de estos productos. Durante la época estival recuerda cepillarte con pasta para dientes sensibles.

Más traumatismos dentales

Por último, no olvidar los traumatismos dentales más frecuentes durante el verano. Es importante tener claro cómo actuar frente a estas situaciones: mantener la calma y comprobar si el diente está o no fuera de boca, si solo está roto o fracturado y/o si tiene movilidad.

En el primer caso, no intentar limpiarlo y conserva el diente en leche o en saliva del paciente hasta llegar a la consulta del dentista, para favorecer su reimplantación temprana en boca. Acudir al dentista en las siguientes 3 horas es fundamental para conservar el diente.

En caso de fractura dental, conviene guardar la parte fracturada y acudir rápidamente al dentista para aplicar el tratamiento adecuado, y así evitar el dolor e infección de la pulpa dental.

Por último, si el diente tiene movilidad, es importante evitar tocarlo y manipularlo con la lengua y acudir lo más pronto posible a la consulta dental para fijarlo a los dientes vecinos y valorar la necesidad del tratamiento adecuado.

No sin mis férulas

Dos recomendaciones para los usuarios de férulas de ortodoncia y de bruxismo: no olvidarlas en casa, pues a la vuelta puede suceder que ya no ajusten; además, hay que tratar de ponérselas en la medida de lo posible, aunque sea en momentos aislados a lo largo del día.

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